Les pedimos disculpas por las demoras ocasionadas, el servicio estaba congestionado, motivo por el cual la segunda entrega de este manual se ha retrasado.
En este segundo capitulo, quiero
contarles experiencias que tuve y observaciones que realice en vagones de
distintos ramales del tren.
De cómo ascender y
descender:
Caso práctico I: Once a las 18 Hs.
El ascenso y el descenso de los
pasajeros suele ser tan caótico como el que ocurre en el subte, solo que
agravado aún por algún extraño efecto que acontece a los usuarios de la línea
Sarmiento.
Si bien es poco normal que para
realizar el descenso los que quieren ascender esperen ordenadamente el descenso
de los pasajeros que están dentro del tren, en el caso particular del Sarmiento
a las 18:00 horas en Once, es único. No existe ningún otro caso dónde al
abrirse las puertas, logren hacer más presión los que están abajo, que los que
están arriba. Logrando dejar arriba del tren a quienes ya deberían estar
abajo..... En mi caso particular fue angustiante la primera vez que me pasó.
Caso práctico II Constitución a
las 19 Hs. Y Retiro a toda hora. El cielo y el infierno sobre rieles.
Otros dos casos, que dan cuenta
de cómo nos respetamos tan poco los pasajeros de TODOS les medios de
transporte, tiene que ver con la oposición Constitución – Retiro.
Hacer la experiencia de subir a
un tren en Constitución le permite a uno ver una novedosa técnica de ascenso:
Las ventanillas. De cabeza, o con los pies para adelante, los usuarios de este
ramal, se atropellan entre sí en las puertas o bien utilizan las ventanas para
ascender.
En cambio los usuarios del ramal
Mitre de Retiro se miran mal entre sí, si apenas se tocan, por el
amontonamiento y con riguroso orden ascienden respetando sus lugares en las
filas que realizan.
En el asiento no regalan
caramelos: Yo me pregunto ¿Cuál es la tremenda desesperación por “lograr” un
asiento? ¿Regalan caramelos? Claramente la respuesta es no, y aunque así fuese
no logro entender la falta de respeto al otro en esos atropellos.
No te hagas el gil y entrega (el
siento): Me molesta de sobre manera esos sujetos (Y acá no hago distinción de
sexo) que se hacen los dormidos y / o los distraídos para no entregar el
asiento, este punto es común a todos los medios de transporte, pero se hace más
visible en el tren porque no hay autoridad que haga cumplir la ley de Asiento
reservado para embarazadas y discapacitados.
Del uso del tren
Tu te mueves, yo no me muevo:
Las bicis.
Otro de los motivos que
últimamente me han sorprendido en el uso de distintos ramales de trenes, es la
utilización del vagón Furgón. En el mitre existe “a pesar de todo” un gran
respeto por el vagón Furgón; sino hay más lugar en el susodicho vagón no suben,
pero no he visto bicicletas en los vagones de pasajeros, lo cual me parece muy
loable.... Pero en el ex Roca... los bicicletas están en todos los vagones, lo cual
en hora pico complica muchísimo el ascenso y descenso de los pasajeros.... es
tan difícil buscar el vagón Furgón? Y si está lleno, esperar el próximo?
Vení que te pongo la traba: Otro
de los temas que me sacan, es cuando suben al tren y traban las puertas, sobre
todo en el Sarmiento. Como si nada se suben y se colocan de tal manera que
impiden que una de las dos puertas se cierre, sin motivo alguno... ¿Están
buscando el accidente? ¿O les parecerá gracioso? No logró entenderlos....
Sra. Sr.
Este viaje a llegado a su fin. La próxima parada de colectivo lo espera en el
día de mañana.
NaRa
uh aca no te puedo opinar demasiado xq no suelo viajar en tren... realmente no tengo la necesidad, pero si la tuviera la evitaria por todo esto que contas y es tan sabido, a mi me da MIEDOOOOOO! triste no?
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