¿Qué me equivoque de fecha? ¿Qué me adelante? ¿Qué ya estoy haciendo planes? No, no, nada de eso…. Tuve un fin de semana largo mío, propio, personal, de esos que no se le desea a nadie…
Lisa y llanamente (y perdonen los flojos de estomago) el miércoles me convertí en una pelota de mocos… con algunas líneas de fiebre y un dolor de garganta espeluznante.
En ese estado deplorable, de la cálida oficina me rajaron a patadas en horas del mediodía… y como pude llegue a mi casa para albergarme con las 4 frazadas reglamentarias del invierno, más una adicional (No sé bien para que, si total ya estaba enferma, pero bue) envuelta en ese ropaje, apretando fuerte n una mano el rollo de papel higiénico (Para sonarme la naríz, no para otra cosa) y en la otra el control remoto para no perderme ninguna instancia del mundial, logré llegar al sábado.
Para ese entonces ya me sentía bastante mejor, y mis neuronas tenían ganas de activarse un poco, ya que lo único productivo que habían hecho en sus dos días y medio de ocio fue terminar de leer el libro El Psicoanalista. Así que llame a mi co-equiper de tesis y laburamos duro y parejo hasta que la terminamos; si señoras y señores tal como lo leen, en plena hecatombe viral terminamos la tesis, solo resta que nuestra querida tutora se arme de paciencia para leer las casi 100 páginas que con gran esmero y dedicación hemos escrito durante 1 año.
Después de esa instancia llegó el domingo, con el respectivo festejo mundialistico… Y hoy reanudé mis actividades… en el ruedo again, a un pasito de mi propia victoria!!!
NaRa
