jueves, 25 de febrero de 2010

El hitazo de Valientes



Y terminó no más. Por fin dicen muchos, de manera horrible dicen otros.
El punto es que la novela producida por Pol K fue la que mayor rating ha recogido en los casi 15 años de su existencia. Aunque ahora más de uno anda diciendo que no concuerda con el final que los autores han decidido darle; después de que apoyaron la historia desde el día 0.

Luego de un poco más de 200 capítulos la historia de venganza y de amor que tejieron los hermanos Sosa y las hermanas Gómez Acuña junto a su padre, llego a su fin, respetando de cabo a rabo los cánones del genero telenovela.

Como todo género las telenovelas suelen tener componentes infaltables: la ceguera de algún protagonista, la parálisis, la amnesia, un accidente de gravedad o una puerta mal cerrada que ventila aquel secreto tan celosamente guardado durante años.

Valientes cumplimentó cada uno de estos componentes, como si fuera un manual de instrucciones, o una receta que garantiza el apoyo del público. Y mal no le fue, ¿no?

Pero no debemos olvidar que así como el canon de género contempla ciertos ingredientes que pueden combinarse a gusto y piacere de los autores, el final es muy previsible; por tal motivo como decia Todorov, lo importante de la novela no es el final, sino las peripecias que le ocurren al protagonista para llegar al desenlace.

Por tal motivo, como no emocionarse al ver ese final, donde los “buenos” le ganaron la pulseada a los “malos”, hechos que sin lugar a dudas ocurren sólo en las novelas y no en la vida real.

Acostumbrados quizás a otro tipo de finales como lo fueron los de Padre Coraje (de la misma productora) Vidas Robadas, Montecristo ó Resistiré, puede ser que nos haya sorprendido la simpleza con la que los autores han tratado el final de Valientes, pero no debemos olvidar que también, así de simple era la historia de amor y venganza que tejieron estos 6 protagonistas, y Arnaldo André como el malo más entrenado del género.

NaRa