domingo, 28 de noviembre de 2010

20 años no es nada

Corria el año 1990 y una pequeña de 7 años pregunta ¿Quién es ese má? Y en la tele sonaba esto

Esa fue la primera vez que recuerdo haberlo visto. De allí en más mi fanatismo crecía igual que su popularidad.
En la familia se corría el rumor de que el fanatismo lo tenía en los genes, con papá pro Beatles, y mamá pro Sandro, no había muchas posibilidades de que yo no fuera fan de algo; así y todo la historia tuvo sus escollos.
Durante 7 años cada vez que visitaba nuestro país para dar conciertos, yo lloraba como una magdalena, porque no había con que pagar una entrada, y tampoco quien me llevara o me acompañara.

Cuando rompí  la racha de tantos años para estar por primera vez en un recital suyo tuve que hacer un periplo que implicó hacer trampa en la cola de un shopping para conseguir mi entrada.

De allí en más, nunca deje de ir a  verlo cada vez que viene a Argentina, aunque en los últimos años con la ampliación de mi gusto musical, me ha costado más ir a sus shows, incluso en el de hoy. Pero cuando él sale a escena, 20 años de fanatismo no son nada, todo vuelve a ser como el primer día que lo vi por la tele y no hay palabras con las que pueda explicar, ni que justifiquen cantar y bailar bajo la lluvia o con frio.
Solo la magia de su voz y su carisma pueden hacer que deje el pogo sojero y Estelar por un rato y me derrita con unos lindos boleros.

NaRa