sábado, 24 de abril de 2010

Capítulo I Subte






No somos hijos de Rockefeler, y mucho menos de Ernestina Herrera, por lo tanto la mayoría de los laburantes de este país se mueve en medios de transporte público. Pero ese no es el verdadero problema. Ya que hay muchas ciudades del mundo que usan como forma principal para movilizarse el  transporte público. El tema acá, es aprender a comportarnos, respetando a los demás, simplemente no haciéndoles lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros, no es tan difícil, no? ¿Me acompañan en este viaje? Seguramente lo que "verán" a continuación les resulte familiar, si lo hacemos circular, quizás algo podamos cambiar.....

Yo las uso, tu las usas: Las estaciones:
Dejando de lado la inmunda suciedad de las estaciones de subte, en las cuales mucha gente come, duerme, y vive pero dónde tanta otra está de paso , colaborando con la inmundicia diaria.
El público usuario no sabe utilizar correctamente las estaciones del susodicho medio de transporte; al bajar las escaleras, para realizar el ascenso al coche , quedan petrificados justo al lado del último escalón, como si dos pasos más allá hubiera un precipicio, en el cual acechan dos tortugas gigantes y cuatro elefantes.

Sr / Sra: Hay lugar en la otra punta del anden.... Si ud se mueve la manada que viene bajando tiene lugar para acomodarse mientras todos juntos y en confraternidad esperamos la llegada del ansiado subte. (Y por favor ya que estamos me hace la gauchada, el boleto AL CESTO! Q para algo están)

Ahí viene, ahí viene!!! Kaos en ascenso:
A todas horas, y mucho peor aún en las pico, es difícil intentar realizar un ascenso civilizado a este medio de transporte. Al público usuario no le alcanza la lección del uso cotidiano para aprender la regla de oro: Dejar bajar, para poder subir No es tan complejo, o si? Es física (Pero no cuántica) pura. Pararse en hilera a los costados del hueco que deja la puerta, permite que los que bajan lo hagan rápido (Claro, siempre y cuando sepan que ESA es su estación, nunca falta el dormilón) y el ascenso sea lijero y  prolijo. Pero para que si es más lindo y divertido ir llevándose a tod@s por delante.

Del uso de los trenes:
Si estás muy cansado es probable que al apoyar tus sentaderas en la butaca tus ojos se cierren y tu cabeza caiga desplomada cual bolsa de papa... Yo no vengo a discutir que estés cansado... pero que hago con la abuela que casi no puede mantenerse en pie, o la futura madre que trata de agarrarse del primer pasamanos que encuentra, mientras hace malabares para que no le aplasten la panza de 8 meses.... a ok, les vas a dar el asiento? GENIAL, así la próxima  no subo con un megáfono! NOTA MENTAL: Huija ¡No nació de un repollo!

Dos puntos dos. Hay dos cosas muy improcedentes a la hora del uso del transporte público; A saber: Quedarse momificado junto a la puerta, y no hacer el menor esfuerzo para movilizarse hacia el interior del vehículo. Si todos colaborásemos viajaríamos mejor. Cuantas veces nos pasa que no se puede subir y por las ventanillas observamos espacio inutilizado en el medio del tren? Hay que usar todo el vagón, gente!!

La segunda cuestión, de alguna manera tiene está vinculada con la primera, y podría titularse: "No hay que dormirse en los laureles" esto significa que es muy difícil que logres bajar del subte si te avivas cuando el tren está por salir de la estación, hay que compenetrarse con el viaje, para no llevarse a nadie por delante, ni engancharse con: tiras de mochilas, chalinas, camperas, cordón de los zapatos ó cable de MP25. Todo a su tiempo, prepararse dos segundos antes que el subte llegue a la estación destino no es una exageración; y ante cualquier duda consulte a la señalética.

Este viaje a llegado a su fin; a partir del lunes al final del pasillo podrán realizar la combinación con el Capítulo II, El tren otro mundo sobre las vías.

Esperamos que hayan disfrutado del viaje.



NaRa

miércoles, 21 de abril de 2010

Manual de uso de medios de transporte público. Preámbulo (I)


Preámbulo

Estoy convencida que se debe enseñar en los colegios, desde el jardín de infantes si fuera posible, vialidad y conducta mínima requerida para el uso de los medios de transporte público. Con juegos, cuando los niños son aún muy pequeños, con ejemplos de la propia calle cuando ya tienen edad para el análisis (pero ojo con aquellos precoses que quieran ajusticiar a los malos conductores)

A falta de legisladores interesados en el tema (ya que ellos no usan este tipo de transportes, no lo padecen, y jamás piensan en el bienestar de la ciudadanía) Vengo a redactar un documento instructivo, como para desahogarme y escribir en algún lugar todo lo que le diría a los maleducados (o aprendidos) que a diario entorpecen el viaje de tanta gente.


Lo que viene:

Capítulo 1 Subte

Del uso de las estaciones

Del uso de los trenes


Capitulo 2 Tren

De cómo ascender y descender

Del uso del tren


Capitulo 3 El bondi

Monedas, máquinas y otras yerbas

Una distribución eficaz


NaRa

domingo, 18 de abril de 2010

El viajar es un placer, ¿Lo es?

Desde chica me gustó salir de paseo. Recuerdo cuando mi madre me preparaba para salir, a lo de mis tías, a la casa de mi abuela, o simplemente para ir al centro. Siempre me elegía la ropa más linda, me peinaba con mucho esmero, y me ponia el perfume más rico, y allá nos ibamos, felices cantando Vamos de paseo pi, pi, pi

El hecho de salir me sigue dando tanto placer como entonces. y en le último tiempo muchos de los viajes que hice tuvieron que ver con juntarme con amigos para ir a ver recitales, en especial a la ciudad de las diagonales, capital provincial.

Amo tanto la ciudad de La Plata, como mi Lanús natal. Por su historia, pero principlamente por su música. Pero claro, viajar a La Plata no es cosa sencilla.

La forma más cómoda es abordar los servicios del Plaza, o de la Costera ya sea desde Retiro o desde Once; aunque despues de mi experiencia del viernes, dónde lo espere por más de una hora, este punto de partida lo descarto con ahínco.

En ambos casos, los confortables asientos, el aire acondicionado y el camino de la autopista, hacen que el viaje se torne corto... aunque pueden ocurrir imponderables como los que me tocó vivir tanto a la ida como a la vuelta.

IDA: Luego de hora y media, abordo el micro, estando 4ta en la fila tuve la posibilidad de elegir en que asiento hecharme a descansar, luego de un largo día de trabajo en el lejano oeste, butaca 5. Ubicación - Ventanilla aunque no hay mucho para ver, la desición fue estratégica yo bajaba en la terminal, y así evitaba que alguien interrumpiera la siesta que pensaba tomar.
Un jóven masculino ocupó el lugar a mi lado.

Una vez en Constitución, el chofer solicitó un asiento. Y cómo me pasa a veces mi mente pensó lo que debía decir, pero no lo pronunció (Debería haberle dicho al flaco sentado a mi lado: Te levantas y te mato)
Luego de las palabras del chofer, y mientras me despertaba del entre sueño, ya podía ver a mi lado a un mocoso inquieto con ganasde fastidiar, revolear sus chiches a quien tuviera más cerca, además de estar alimentandose en ese preciso instante, dato no menor.

Ya me pasado, que los niños que viajan a mi lado, me ensucian la ropa con su pestilente vómito. Tengo el problema de no soportar los fluidos corporales, menos si son de ajenos. Por lo tanto, despues de esas experiencias tengo fobia que los bebes viajen al lado mio. Claro que en otro tipo de transporte puedo optar por correrme o cambiar de asiento. Esta vez, no!
Tal como pude ver, el chiquito tenia muchas ganasde molestar, y su madre, pocas ganas de cuidarlo, se la paso llorando y ella lo llevaba y lo traia del pasillo al asiento, cada vez que volvia a sentarse, parte de su cuerpo caía encima mio.
Y el descanso, bien gracias.

Llegue a La Plata, luego de un breve paso por el pestilente baño de la terminal, me arregle y deje el mal humor ahí mismo, para que no opacara una fecha que tanto había esperado; me dirigí al encuentro de mis amigos y todo se desarrolló con la debida normalidad que una fiesta puede tener.

VUELTA: Sábado por la tarde. En este caso no hay presencia de menores, pero algunas personas parecen criaturas.
Abordé dos segundos después de salir de la ventanilla. Nuevamente tuve la oportunidad de elegir la ubicación. Butaca 3 pasillo. El servicio salió casi vacio de la terminal. 13 y 39 Plaza Belgrano. Ascenso de pasajeros. Uno de ellos se sentó justo atrás mio, y ni bien terminó de apoyar su sentaderas, sacó un handi, y entabló una conversación de la cual nos enteramos todos los pasajeros.

¿Porqué tenemos que soportar este tipo de atropellos? ¿Porqué me tenía que enterar cuanto hacía que el susodicho no tomaba más cerveza, o si en el último asado hubo o no cachenge? Yo otra vez de mal humor.
Todos lo miraban mal, y él ni se inmutaba. Nadie se animó a decir nada; Incluso yo me debatí desde que comenzó la conversación hasta muchos minutos después de haber subido la autopista, si valía la pena sugerirle que colocara el handi en modo privado, o si iba a recibir una mala respuesta....

El punto es que ni él nos considero, ni nosotros nos hicimos respetar.

Estos episodios, como tantos otros que vivo arriba de los medios de transporte día tras han dado lugar a un manual del viajante que a partir de mañana les voy a presentar... Espero me acompañen a este viaje. Y si quiere puede dejar su queja aquí debajo.

NaRa

jueves, 15 de abril de 2010

No more lonley nights

Estos días de lluvia, y en los que ha bajado considerablemente la temperatura, me hicieron pensar que I don´t want more lonley nights.

La ansiedad de la mudanza cada día me descontrola más (No sé si no será uno de los motivos por los cuales mis hormonas están repiporroteando)

Al decir verdad, siempre fui un poquito ansiosa... pero últimamente me desconozco... por suerte no se me ha dado por comer en medidas cuantiosas, como en otras épocas, sino más bien todo lo contrario. Pero mi cabeza carbura más de la cuenta... y toda esta intro para que pensarán uds? Para confesar lo inconfesable:

Hace dos noches que duermo con el único peluche que me regalo Marinovio.

Listo lo dije.

Gente grande haciendo esas cosas, por favor!!!


NaRa

martes, 13 de abril de 2010

Vivir en Bagdad



Los tiempos modernos han cambiado la metodología de trabajo. Ya no tenemos que cumplir un horario, se trabaja por objetivos, y aunque rara vez ocurra que los objetivos están cumplidos antes de las 6 de la tarde, existen las  excepciones.

Pues bien, un día habiendo eliminado todos mis pendientes de la bandeja, logre ponerle fin a la jornada laboral a las 16 horas; casi incrédula tuve que mirar varias veces el reloj para estar segura que no era un sueño, ni una mala broma de mis compañeros.
Hasta que pude reaccionar, y ni lerda ni perezosa huí hacia mi casa, y sin pensar en nada más que recuperar sueño perdido durante la semana, ya venia relajándome de solo imaginar la siesta que iba a tomar.

No reparé en nada de lo que hubiese afuera, yo sólo tenia puesta la mente en mi mullido colchón y en como en unos minutos mi cuerpo se relajaría sobre él, y el descanso que vendría irremediablemente después.

No puedo precisarlo pero el tiempo que tarde en dejar mis cosas, envolverme en mi pijama, y deslizarme bajo las sábanas fue tan corto que lo asemejaría al tiempo que tarda un rayo en caer.
Basto que mi cuerpo comenzara a tomar real conciencia del colchón que yacía debajo de él para que mis oídos percibieran una hecatombe que provenía de afuera, aunque de una distancia no muy grande.

No dude ni un instante y me asomé para ver que era lo que pasaba, mientras maldecía a quien se atreviera a interrumpir ese descanso pecaminoso.
Y allí los vi. Un ejercito de empleados municipales miraba como dos obreros subcontratados hacían un buraco de ESTE tamaño sobre el asfalto de mi calle, muñidos de un martillo hidráulico; pero eso no era todo.

Después de años de estar cerrada y abandonada la casa lindera a mi hogar está en remodelación. En ese preciso instante un par de albañiles tiraban abajo a mazazos paredes y techos.

Adios a la idea de una linda siesta.... ahí me di cuenta, estoy viviendo en Bagdad (salvando las distancias, claro esta!)



NaRa

sábado, 10 de abril de 2010

Y ahora ¿Qué Hago?


Sí, tengo celulitis, pero hace tanto, que ya nos hicimos amigas aunque yo la combata a diario con cuanta receta y crema encuentre dando vueltas por ahí.
También asumí que tengo várices, son de herencia, y dicen que lo que se hereda no se roba... yo no tenía ganas de robarle las horribles várices a mi abuela y las ligué igual; cosas que pasan
Tengo unos kilos de más, que intento eliminar con caminatas diarias para convertirme en la diosa de la calle Seguí.

Pero algo que no imaginé tener a mis veintipico son canas...
Esta mañana mientras me peinaba ella me saludo amablemente mezclada con los demás cabellos que conforman mi nido de caranchos matinal, desde el peine me hizo dar cuenta que el tiempo también pasa para mi, que debo hacer algo, aunque no me resulte fácil saber bien que:

Salir corriendo a comprar un pomo de tintura, y desvirgar a mi cabello
Arrancarla, ignorando el mito que reza que luego de la extracción vienen 7 más
O hacer como si fuera un hombre... Ignorarla, corriendo el riesgo de que sí actúe como un caballero y resulte peor el remedio que la enfermedad

Díganme ¿Qué hago?!!!! 

 
NaRa

jueves, 8 de abril de 2010

Edicto

Sres. vecinos del conurbano bonaerense, de la ciudad Autónoma de Buenos Aires y adyacencias:

El presente edicto tiene como objetivo hacerles saber una nueva resolución que se ha tomado:

Se les solicita por favor junten, barran y amontonen las hojas de árboles que inundan las calles en esta época otoñal.

PERO queda terminantemente prohibido que se deshaga de ellas.

Júntelas para que los transeúntes puedan pasar pisándolas y disfrutar de su crujiente sonar.

Notifíquese, y archívese


NaRa

martes, 6 de abril de 2010

Empate


Soy tan boluda como yeta

Me tomé el subte al revés (Mi subconsciente quería ir a mi nuevo hogar, me parece....) y para colmó se descompuso la formación.

me cacho en die! Que lo tiró de las patas!


NaRa