miércoles, 29 de septiembre de 2010

El corazón con agujeritos

Como joven adulta argentina de entre 20 y 30 años vi crecer y desarrollarse la máquina de productos de Cris Morena. Desde el añorado Jugate Conmigo que me convocaba cada tarde frente a la pantalla después de hacer los deberes; y años después, aunque yo ya no lo era tanto, el éxito de Chiquititas me atrapaba desde la ficción.


Hoy, mientras la noticia aún repercute en todos los medios, en el ambiente artístico, vino a mí un capitulo de de la tira de las chufas, donde el personaje de Romina Yan, Belén, tenía que explicarle a Sol que su mamá no estaba más para cuidarla; como una mala broma del destino, ese personaje moría a causa de una aneurisma, lo mismo que hasta ahora, se cree que fue lo que se llevó a Romina. Un terrible escalofrió me corrió por el cuerpo… la historia se repite ahora con Franco, Valentín y Azul, la hija más chica de Romina, pero lamentablemente no es parte de ninguna ficción. Nada que se les pueda decir a estos chicos les dara consuelo... solo el amor y el tiempo podra calmar ese dolor...

La muerte siempre conmueve, pero mucho más aún cuando es inesperada, repentina y sobre todo si se trata de alguien tan joven. Es algo para lo que verdaderamente no estamos preparados. La ley de la vida indica que primero se irán los más grandes, después de una larga vida; no es natural que un padre entierre a un hijo, no es justo que los proyectos y los sueños propios y compartidos queden truncos porque sí… Me cuesta aceptar que un día estamos y al otro no, que a simple vista estamos sanos, nada nos duele, y en un segundo la muerte puede llevarnos a su antojo.

Desde hace algún tiempo temo siempre por la integridad de los que quiero, de la gente que amo y me importa, me aterra pensar que la próxima vez que los vea puede ser la última, pero aprendo a convivir con eso, no hay forma de prepararse, solo disfrutar y compartir con ellos lo bueno que podemos tener cada segundo.


NaRa